miércoles, 25 de noviembre de 2009

_ FLUJO LUMINOSO _

El flujo luminoso es la medida de la potencia luminosa percibida. Difiere del flujo radiante, la medida de la potencia total emitida, en que está ajustada para reflejar la sensibilidad del ojo humano a diferentes longitudes de onda.

Su unidad de medida en el Sistema Internacional de Unidades es el lumen (lm) y se define a partir de la unidad básica del SI, la candela (cd).

El flujo luminoso se obtiene ponderando la potencia para cada longitud de onda con la función de sensibilidad luminosa, que representa la sensibilidad del ojo en función de la longitud de onda. El flujo luminoso es, por tanto, la suma ponderada de la potencia en todas las longitudes de onda del espectro visible.

Las ondas luminosas transportan energía. Esta energía proviene del foco luminoso que la cede al cuerpo que la recibe y la absorbe o la refleja. El flujo luminoso o la energía radiante es la cantidad de energía transportada por la luz a través de una superficie en unidad de tiempo. La unidad en que se mide el flujo luminoso es vatio, igual que la potencia.

El ojo humano puede percibir potencias extremadamente pequeñas. En las condiciones de sensibilidad máxima del ojo es suficiente que sobre la superficie de la pupila incida un flujo de 2∙10-16W de potencia para provocar la sensación visual.

La teoría electromagnética de la luz demuestra que la luz ejerce presión sobre la superficie que la refleja o absorbe. El flujo luminoso no solo posee la energía sino también cantidad de movimiento.

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